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Impunidad frente a la contaminación de las macrogranjas porcinas en Cuenca

Cuenca lunes, 5 de octubre de 2020

El pasado viernes 2 de octubre se publicó en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha la Orden 158/2020, de 28 de septiembre, de la Consejería de Desarrollo Sostenible, por la que se ampliaba la designación de zonas vulnerables a la contaminación por nitratos de origen agrario en Castilla-La Mancha. Una actualización, a juicio de Pueblos Vivos Cuenca que evidencia: ”Una muestra más de dejadez e improvisación, de esas que la Junta nos tiene acostumbrados en materia medioambiental ”, asegura uno de los portavoces de la plataforma conquense.

A principios de julio de este año la Comisión Europea dio un ultimátum a España para que afrontara de una vez por todas, en un plazo de tres meses, la contaminación de las aguas subterráneas por nitratos producidas por las malas prácticas de la agroindustria, incluida la ganadería industrial. Esta Comisión ya remitió una carta de emplazamiento en noviembre de 2018 como primer paso en el procedimiento de infracción abierto y, gracias a ello, conocimos que hasta el 46% de las masas de agua subterránea padecían la contaminación por nitratos que provocan la utilización excesiva de fertilizantes y los purines de las granjas ganaderas.

Una agroindustria que utiliza un millón de toneladas de fertilizantes a base de nitrógeno cada año, según la estadística del Ministerio de Agricultura, una cifra ínfima, , si la comparamos con los más de 80 millones de toneladas de purines que producen las macrogranjas, y que año tras año, lejos de reducirse, siguen aumentando desmedidamente. Una contaminación producida como consecuencia de la mala gestión y la falta de control por parte de las diferentes Administraciones.

Pueblos Vivos Cuenca, en el informe de alegaciones presentado frente a la Resolución de 15 de julio de 2020, de la Dirección General de Economía Circular, reclama la insuficiencia de la evaluación de la incidencia de los purines en la contaminación de las aguas superficiales. La Junta únicamente toma los datos de estaciones de la red de las Confederaciones Hidrográficas, que disponen de muy pocos puntos de muestreo, obviando otras fuentes fiables como son las analíticas de potabilidad de agua que realiza la Consejería de Sanidad. 

Varios municipios donde se supera el umbral de 50 mg/L de concentración de nitratos (valor máximo permitido por la Organización Mundial de la Salud y la Directiva 91/676/CE, para prevenir el efecto tóxico a corto plazo por la producción de metahemoglobinemia) no han sido incluidos en esta ampliación. De hecho, hay casos conocidos, en la provincia de Cuenca, fuera de las zonas declaradas como vulnerables, donde la actividad de la ganadería industrial, ha producido la contaminación de acuíferos y ha afectado a las captaciones para abastecimiento a poblaciones como en Carboneras de Guadazaón (Pueblos Vivos Cuenca conoce estos datos a través de los ayuntamientos, que a su vez les ha facilitado la Consejería de Sanidad) o Torrejoncillo del Rey, donde existe además una Sentencia del 15 de enero de 2018 del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha que lo avala.

Otro de los puntos que denuncia la Plataforma es que el informe que sustenta la ampliación de zonas contaminadas por nitratos usa datos desactualizados. Por ejemplo, usa muestras de agua de un periodo entre 2012 y 2015 y los datos de la cabaña ganadera tienen más de 11 años, ya que fue en el año 2009 la última vez que la Junta actualizó dichos datos. Y desde entonces, se ha producido una proliferación desmesurada de macrogranjas porcinas en esta región, y en particular, en la provincia de Cuenca, el principal causante del incremento reciente de la contaminación de acuíferos en esta provincia. A pesar de ello, se han declarado 6 nuevas áreas contaminadas por nitratos en la provincia de Cuenca, pertenecientes a 13 términos municipales, incluyendo la «Reserva Natural Complejo Lagunar de Ballesteros» y parte de la «Microrreserva Complejo Lagunar del río Moscas».

Pueblos Vivos Cuenca reclama que se incluyan en Zonas Vulnerables aquellos municipios que muestran valores que superan el umbral de 50 mg/L de concentración de nitratos como son Arcas del Villar (47 a 61 mg/L), Carboneras de Guadazaón (48 a 57 mg/L), Las Valeras (50’9 a 67’3mg/L), Monteagudo de las Salinas (50 mg/L) y Torrejoncillo del Rey que tiene valores superiores a 50 mg/L en varias captaciones. Y tantos otros que se desconocen, ya que no están al acceso de los ciudadanos, los datos de las analíticas de potabilidad de agua realizadas por la Consejería de Sanidad en los municipios de la provincia de Cuenca.

Por eso Pueblos Vivos Cuenca en sus alegaciones, propuso nuevos criterios de análisis y actuación tanto en la delimitación de las zonas vulnerables, como en la gestión de los purines, que no han sido tenidas en cuenta en esta orden.

Además, la plataforma exige que la Junta sea más rigurosa en los procedimientos de autorización ambiental de explotaciones porcinas de gran capacidad cuando se proyectan en zonas vulnerables o en riesgo de serlo y que se vinculen las buenas prácticas a la condicionalidad en la PAC para que se cumplan realmente las directrices de los programas de actuación en zonas vulnerables.

Asimismo, Pueblos Vivos Cuenca considera que con esta dejadez de funciones por parte de la autoridad pertinente, se está vulnerando el artículo 45 de la Constitución Española:

      1. ”Todos tienen el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado para el desarrollo de la persona, así como el deber de conservarlo.

      2. Los poderes públicos velarán por la utilización racional de todos los recursos naturales, con el fin de proteger y mejorar la calidad de la vida y defender y restaurar el medio ambiente, apoyándose en la indispensable solidaridad colectiva.

     3. Para quienes violen lo dispuesto en el apartado anterior, en los términos que la ley fije se establecerán sanciones penales o, en su caso, administrativas, así como la obligación de reparar el daño causado.»

Medidas propuestas por Pueblos Vivos Cuenca en las alegaciones:

1. Ampliar la delimitación de las zonas vulnerables a las comarcas de la Mancha Alta, parte de La Alcarria y parte de la Serranía Media, conforme se obtiene en la metodología de cálculo empleada en el estudio y conforme a la definición que la Directiva da a las zonas vulnerables.

2. Definir la extensión y alcance de estas ampliaciones con datos de analíticas de otras fuentes, como son las que realiza la Consejería de Sanidad en las aguas de abastecimiento a poblaciones u otras que ofrezcan credibilidad similar.


3. Ser más rigurosos en los procedimientos de autorización ambiental de explotaciones porcinas de gran capacidad cuando se proponen en zonas vulnerables o en riesgo de serlo si plantean la valorización agrícola para la gestión de los purines.


4. Incentivar otros métodos en la gestión del purín. La valorización como fertilizante sin ningún tratamiento intermedio conlleva otros problemas como los olores, contaminación por amoniaco y metano y propagación de plagas (moscas).


5. Establecer procedimientos más estrictos para su valorización como fertilizante orgánico. Una de las medidas que se puede fijar en los programas de actuación es un procedimiento reglado para el acto de vertido en el que se comunique anualmente, bien al órgano ambiental o al sustantivo (ayuntamiento), las fechas de aplicación, las parcelas, el cultivo, la dosis,… y resto de datos que permitan llevar un control efectivo de la gestión del purín. Y que estos datos se contrasten con la solicitud única de la PAC y en la medida de lo posible con inspecciones en campo.


6. Conseguir que la aplicación de las directrices que marcan los programas de actuación en zonas vulnerables se lleven realmente a la práctica. Principalmente en lo que respecta a los programas de fertilización, que actualmente sólo son recomendaciones.


7. Vincular las buenas prácticas a la condicionalidad en la PAC (que realmente es su finalidad). Definir procedimientos y concretar medidas para que la fertilización se realice de forma correcta en cuanto a dosis y distancias. Medidas concretas como mantener las distancias a cauces, establecer setos herbáceos entre parcelas, laboreo según líneas de nivel para disminuir erosión y lixiviación del abonado, frecuentemente no se llevan a la práctica, por lo que se deben imponer sistemáticamente por normativa y vincularlas a la condicionalidad para el cobro de ayudas.


8. Ampliar la red de control de nitratos a sondeos o manantiales ya existentes como los de abastecimiento a poblaciones.

ImagenOrden 158/2020, de 28 de septiembre