- Cree que «no se han considerado los efectos sinérgicos y acumulativos” a nivel medioambiental y que su tramitación conjunta necesitaría autorización integrada, siendo paralizada por la moratoria
- El consistorio ha presentado un borrador de ordenanza de purines a los vecinos contrarios a las explotaciones, que también preparan alegaciones y se manifestarán el 20 de agosto
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El Ayuntamiento de Portalrubio ha presentado alegaciones a las tres explotaciones de granjas porcinas —para 2.496 reses de cebo cada una— proyectadas por la empresa ICPOR Castilla-La Mancha S.L. en un radio de un kilómetro ocupando terrenos de este término (parcelas 1002 del polígono 512 y 1001 del polígono 513) y de la pedanía optense de Moncalvillo (polígono 531, parcela 1-agregado 13), compartiendo la misma captación de agua a partir de un sondeo común. Administrativamente las tres instalaciones se encuentran en la fase de información pública del estudio de impacto ambiental hasta el 6 y 8 de septiembre y no se ven afectadas por la moratoria aprobada por el Gobierno de Castilla-La Mancha hasta 2025 por haber sido reducido el proyecto inicial de 6.000 cerdos por núcleo —al no superar los 2.500 no necesitan la autorización ambiental integrada a la que se refiere dicha moratoria (ver Portalrubio Es Más, 28 de junio de 2022)—. El consistorio portalrubiero ha confirmado a esta redacción que además ha presentado un borrador de ordenanza municipal para regular el vertido de residuos ganaderos (purines) para que lo estudien los vecinos contrarios a las instalaciones, quienes están elaborando sus propias alegaciones.
Recintos propuestos para la valorización del purín y red fluvial. Imagen del informe técnico.
Los documentos que fundamentan técnicamente las alegaciones presentadas por el Ayuntamiento de Portalrubio ante el consistorio de Huete y la Consejería de Desarrollo Sostenible de la Junta de Comunidades —que el alcalde ha facilitado a este portal*— consideran que cada proyecto presentado “se debe entender como parte del que comprende las otras dos explotaciones aledañas” mientras que en “la tramitación simultánea de los otros dos se ignora en la documentación aportada” pues si fuera conjunta “supondría la necesidad de obtención de autorización ambiental integrada y, por tanto, le sería de aplicación la moratoria publicada por el Gobierno regional”. También pide que se acredite la titularidad de los terrenos donde se quieren levantar las edificaciones pues “la solicitud de concesión de aguas no figura a nombre del promotor de la explotación” cuando continuamente en los proyectos “se habla de disponibilidad por parte de este de las parcelas para la edificación de las construcciones, de la concesión de agua y de los terrenos para la aplicación de purín”.
Extensión de la ZEC y de las parcelas propuestas para la aplicación del purín. Imagen del informe técnico.
Asimismo, reclama que en el procesado del estiércol se aplique el reglamento europeo que afecta a los subproductos animales y los productos derivados no destinados al consumo humano (normativa Sandach), añadiendo que “se estaría incumpliendo la distancia entre este procesado y la explotación”. En cuanto a la gestión de los purines, el técnico considera que “el contenido en nitrógeno sería previsiblemente mayor en el efluente líquido” y que el promotor establece unos márgenes preventivos en el esparcimiento de purín respecto al dominio público hidráulico u captaciones privadas de 100 metros, cuando «en la relación de parcelas aportadas muchas de ellas se ubican a menos de esa distancia de cauces, incluyéndose la parcela de la propia explotación o la captación de agua». Los textos afirman que “la afección hidrogeológica es más que previsible” pues “el hecho de que para la gestión de purín se admita su uso como enmienda orgánica y la competencia de su supervisión recaiga en la administración autonómica da pie a que en la práctica no haya un control efectivo que asegure que esta práctica se realice de forma correcta”, recordando la proximidad del embalse de Buendía, a menos de 200 metros.
Los documentos mencionan que “este tipo de explotaciones suponen una de las actividades con mayores índices de emisión de metano, amoniaco y óxidos de nitrógeno y que, aunque estén incluidas en el catálogo de actividades potencialmente contaminadoras de la atmósfera, el RD 100/2011 no les obliga a realizar mediciones periódicas y los niveles de emisión se estiman a través de índices establecidos”. Además, apuntan que en los estudios de impacto ambiental “no se considera la afección que tiene la concentración de estos gases” en el interior de las explotaciones y sus efectos para la salud y que “aparte de estos impactos de mayor calado está el de los olores más leve por su trascendencia para la salud, pero más inmediato y directo para la población”. En la zona donde se pretenden ejecutar las explotaciones el informe especifica que afloran grandes extensiones de las comunidades gipsófilas, un hábitat natural definido como “escaso, limitado, vulnerable o de importancia para la biodiversidad” donde “se prohíbe destruir o realizar acciones que supongan una alteración negativa”, algo que “no se menciona en el estudio de impacto ambiental” cuando “se debería realizar un inventario para determinar la presencia o no de estas especies”.
En cuanto al término concreto de Portalrubio “es el de mayor superficie dentro de la ZEC (Zona de Especial Conservación) Estepas Yesosas de La Alcarria Conquense” y “gran parte de la superficie donde se pretende valorizar el purín están dentro del espacio protegido, no habiéndose estudiado convenientemente las consecuencias en el estudio”. En cualquier caso cree que “sería necesaria la obtención de la calificación urbanística al desarrollarse el proyecto en suelo rústico de especial protección y al presentarse una actividad adicional a la producción primaria como es la de gestión de residuos”. Por último, concluye que “al ignorar la proyección simultánea de los otros dos proyectos inmediatos, no se han considerado los efectos sinérgicos y acumulativos de las acciones en conjunto”.
Pancarta contra las granjas en una casa de Portalrubio.
Por su parte, un numeroso grupo de vecinos de Portalrubio y de otras localidades cercanas afectadas como Moncalvillo, Gascueña, Tinajas, Villalba del Rey, Valdemoro del Rey, Huete y La Peraleja vienen mostrando su preocupación y oposición a la instalación de estas explotaciones y, durante la reunión celebrada el pasado 4 de julio en Tinajas con los representantes de la Asociación Pueblos Vivos Cuenca —que canaliza estas reivindicaciones en la provincia—, acordaron «organizarse en una plataforma y movilizarse de manera inmediata». Consideran que estos proyectos supondrán «un empeoramiento evidente de su calidad de vida a través del aumento de los niveles de nitratos en las aguas, los malos olores o la proliferación de moscas». Esta entidad señala que las tres explotaciones en las que se cebarán unos 18.500 cerdos al año consumirán 30 millones de litros de agua anuales —más de 20 veces lo que consumen los habitantes— y producirán casi 17 millones de litros de purín (equivalente a 4,8 piscinas olímpicas).
Pueblos Vivos Cuenca ha puesto en marcha una recogida de microdonaciones para afrontar los gastos de asesoramiento legal en la elaboración de alegaciones técnicas a estas instalaciones a través de la Fundacion Migranodearena logrando en solo 24h el objetivo inicial, aunque siguen recabando aportaciones —superan ya los 2.000€—. Muchos habitantes de la zona han colocado pancartas en las fachadas de sus casas y lucen camisetas reivindicativas, mientras que los próximos 13 y 14 de agosto están convocados a charlas informativas en las que intervendrá el científico del CSIC Fernando Valladares y a una marcha en coche el 20 de agosto con inicio en varias poblaciones y fin en Huete con lectura de un manifiesto.
*Los informes técnicos de alegaciones y el borrador de ordenanza de purines están a disposición de quien quiera consultarlos en el Ayuntamiento de Portalrubio.
