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Investigadores, vecinos y ecologistas piden al Ayuntamiento de Torrejoncillo del Rey que no autorice una granja porcina junto a la mina

  • La Asociación Lapis Specularis y todos los que han trabajado en rehabilitar ‘La Mora Encantada’ consideran una “aberración” situar esta explotación a 250 metros de la cavidad romana y a 1.000 del casco urbano

  • Muchos vecinos del pueblo y la zona están firmando la petición de Ecologistas en Acción Cuenca en Change.org contra un proyecto que creen perjudicará el turismo y el desarrollo sotenible del pueblo

artículo procedente de https://web.archive.org/web/20220629044652/https://alcarriaesmas.com/noticias.noticia.php?ID=564

El colectivo investigador de la Asociación Lapis Specularis y todos los que han trabajado en la rehabilitación de la mina romana de espejuelo ‘La Mora Encantada’ de Torrejoncillo del Rey consideran una “verdadera aberración” situar una explotación intensiva porcina a 250 metros de la cavidad y a 1.000 del casco urbano pues la generación de olores, el impacto visual y la invasión de moscas que traería consigo «perjudicaría gravemente» las visitas turísticas a un yacimiento arqueológico que desde su apertura en 2015 ha atraído a más de 7.000 personas, entre ellos importantes representantes del ámbito científico y político español e incluso internacional —recientemente los embajadores de Asia-Pacífico.

Para esta entidad, supondría “todo un atentado contra lo social” pues en recuperar y adaptar a la actividad turística este recurso, además de mucho tiempo y trabajo, se han invertido unos 400.000 euros de fondos públicos procedentes en su mayor parte de Europa con la finalidad de luchar contra la despoblación. De hecho la mina ya ha creado un puesto de trabajo directo y estable, el de su guía, y ayuda indirectamente a la hostelería del pueblo y la comarca. Por ello, creen que el Ayuntamiento de la localidad debería paralizarlo y desautorizarlo con una simple alegación que establezca la incompatibilidad con el futuro de un yacimiento que “no solo representa a Torrejoncillo”, sino que se ha convertido en una “seña de identidad de la propia provincia a nivel internacional”. De hecho el Centro de Desarrollo Rural CEDER-Alcarria conquense, junto a otros grupos de acción local, encabeza la iniciativa para que las minas de lapis specularis rehabilitadas en Cuenca sean catalogadas como Bien de Interés Cultural (BIC) por parte de la Junta de Castilla-La Mancha para, posteriormente, solicitar su inclusión en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco (ver Alcarria Es Más, 8 de abril de 2017).

Los problemas de una explotación de estas características —2.000 cerdos de engorde con una balsa con capacidad de almacenamiento para tres millones de litros de purín (residuos)— serían, además de las condiciones de cría de los animales, los olores, la propagación de plagas (moscas) y la gestión de los purines, que normalmente se emplean como fertilizantes contaminando las aguas subterráneas y superficiales por nitratos (y también por metales pesados y restos de medicamentos). De hecho, recuerdan que precisamente este consistorio tiene abierto un contencioso con una empresa de la localidad limítrofe de Huerta de la Obispalía por la apertura de una instalación similar —6.000 plazas que alcanzarán un censo de unos 35.000 cerdos— por la afección de olores y la contaminación de las aguas de abastecimiento. “La ampliación acrecentaría el problema y afectaría directamente al desarrollo del pueblo por la incidencia sobre el atractivo turístico que supone la mina, pero también sobre la calidad de vida, ya que la población residente o estacional acude por la tranquilidad y la salubridad del entorno”, apuntan.

Coinciden con ellos muchos vecinos del municipio y de la zona que están firmando la petición que Ecologistas en Acción de Cuenca ha colgado hoy en la plataforma Change.org para solicitar al consistorio que no otorgue la licencia solicitada por el promotor, publicada en el Boletín Oficial de la Provincia del pasado 17 de mayo y en fase de alegaciones hasta el 9 de junio. También emplanzan al resto de las administraciones implicadas (Diputación de Cuenca y Junta de Castilla-La Mancha) a tomar parte en el asunto defendiendo el patrimonio y el dinero invertido del contribuyente.

Anuncio publicado en el Boletín Oficial de la Provincia del pasado 17 de mayo sobre la solicitud de la licencia.

Y es que consideran que este proyecto “va en contra del interés general del municipio pues ocasionaría graves consecuencias sobre el desarrollo sostenible en el pueblo”, teniendo en cuenta que este sufre la despoblación y el envejecimiento, como la mayor parte de los pueblos de la Alcarria conquense. Tras ver desaparecer los comercios, a los niños de la escuela y casi la esperanza de que el municipio vuelva a ser lo que en su día fue, la historia les había brindado una “oportunidad para su desarrollo” y para “revertir el pesimismo generalizado” por el futuro con la recuperación de esta importante mina de la que los romanos extraían el espejuelo hace dos millones de años y que en la actualidad “está situando a Torrejoncillo en el mapa del turismo cultural”. Así, destacan que sus visitantes también comen y duermen en la zona, convirtiéndola en un reclamo de los circuitos turísticos que completan la oferta de Huete, Segóbriga y Uclés y el resto de yacimientos romanos de la Alcarria conquense. Ahora, temen que este “resquicio de esperanza” se convierta en un “espejismo”, y no precisamente de cristal.

Proliferación de instalaciones de ganadería industrial

El de Torrejoncilo del Rey no es el único caso en el que se solicita una licencia para una explotación intensiva de porcino. Según Ecologistas en Acción Cuenca, vecinos de Cañete y Fuentes también han contactado con ellos preocupados por la proliferación de estas instalaciones de ganadería industrial. Esta organización trasladará esta situación mañana al director provincial de Agricultura señalándole que para ellos es un «grave error» cambiar el modelo ganadero extensivo que existe desde hace siglos en la provincia demostrando su «sostenibilidad» por otro «industrial, intensivo y negativo» para la tierra y para el «bienestar de los animales» que, aseguran, «no ven la luz del sol». Además, afirman que «están teledirigidas por grandes grupos empresariales y apenas crean de empleo». Por ello, en la reunión pedirán la retirada de las ayudas a este tipo de ganadería por parte de la Consejería de Agricultura y que, a cambio, apoye la ganadería extensiva. Y es que estas estas instalaciones están subvencionadas por la Junta de Castilla-La Mancha según la orden de ayudas a la creación e inversiones en empresas agrarias en el que se considera este sector (el porcino de engorde), como estratégico.