Tras el encuentro celebrado en Cañete el pasado domingo 9 de junio, los pueblos participantes y demás integrantes de la plataforma, inician con fuerza un nuevo periodo en su intensa carrera contra la ganadería industrial, con nuevos proyectos y actuaciones.
Lunes, 10 de Junio de 2019
A lo largo de la jornada de ayer domingo 9 de junio, los sesenta integrantes de las plataformas procedentes de las localidades de Villar de Domingo García, Villalba de la Sierra, Mota del Cuervo, Cardenete, Zarzuela, Priego, Cuenca, Reíllo, Villares del Saz, Rubielos Altos y Cañete, además de representantes de Ecologistas en Acción Cuenca, debatieron en torno a nuevos temas que se van incorporando, junto a los ya habituales en estas reuniones. Entre los presentes, se ha vuelto a dar demostración del malestar y preocupación que está generando entre muchos conquenses que ven cómo el sector de la ganadería intensiva, especialmente del porcino, se está extendiendo de manera muy rápida en la provincia de Cuenca.
“Tejiendo resistencias” ha sido el lema de este encuentro, el tercero que se celebra en la provincia, desde que la plataforma Pueblos Vivos inició su andadura hace dos años. Durante todo este tiempo, ha ido asentando sus bases y ha prestado ayuda a muchos pueblos que en algún momento se han visto amenazados por la llegada de una de estas explotaciones, las cuales han sido presentadas ante la opinión pública como generadoras de empleo y que asientan población.
Entre los asuntos llevados a debate en el encuentro, la organización de un festival de música rock solidario, con el que poder hacer mucho más visible el movimiento y recaudar fondos para la gestión de la plataforma, es uno de los que más expectación ha creado. Dicho festival, al que asistirán de manera desinteresada los grupos musicales participantes, se celebrará en Villalba de la Sierra el próximo 3 de agosto.
Por otro lado, dada la situación de desprotección que tiene la población ante la instalación de una explotación ganadera industrial, se ha abordado la necesidad de seguir trabajando con expertos que asesoren en torno a los procesos administrativos y jurídicos, para lo cual se contará con la colaboración del equipo de Ecologistas en Acción.
En el encuentro se han abordado también otros temas como la propia organización interna del grupo; se han expuesto los resultados de los dos eventos más recientes (III Encuentro Estatal en Villalpando, Zamora, del pasado 1 y 2 de junio; y el acto celebrado el Premio Regional de Medio Ambiente 2019, el 5 de junio en Manzanares, al que asistió como invitada la Plataforma regional CLM Stop Macrogranjas). También se ha replanteado el papel de los medios de comunicación en la repercusión de las noticias que se generan desde Pueblos Vivos.
En torno a los últimos acontecimientos políticos, y tras realizar un análisis de los resultados electorales de los municipios en donde se han presentado alguna candidatura que incluyera programas para combatir la ganadería industrial, se ha acordado que otra de las actuaciones de la plataforma Pueblos Vivos será solicitar una entrevista con los políticos responsables de la Junta en el área de agricultura y medioambiente, así como con el Defensor del pueblo.
Junio ha sido declarado por la Coordinadora Estatal Mes de la resistencia a la ganadería industrial, por lo que Pueblos Vivos Cuenca, con todas sus plataformas vecinales integrantes, seguirán manteniendo su actividad informativa y de planificación, uniendo fuerzas y teniendo siempre presente la solidaridad entre los pueblos, algo que queda latente en el mensaje “Ni en tu pueblo, ni en el mío” defendido por sus miembros.
Pueblos Vivos Cuenca sigue insistiendo en que es necesaria una planificación estratégica del sector, tal y como se ha hecho con la ganadería extensiva, examinando y definiendo previamente hasta dónde se puede llegar con este tipo de ganadería industrial para controlar los efectos adversos que tiene en cuanto a contaminación del aire y las masas de agua. Por ese motivo, lo más adecuado sería llevar a cabo, por parte de la Junta de Comunidades, una suspensión de autorizaciones ambientales, como ya han hecho muchos ayuntamientos en materia urbanística, hasta que se tengan los datos definitivos y una planificación ordenada del territorio, competencia obviamente del gobierno regional.
