Las granjas de Priego generarán más de 42 millones de litros de purín, que se esparcirá por los cultivos de toda la comarca y contaminará los acuíferos de los que beben otros pueblos.
El atractivo turístico de la Serranía y Alcarria conquenses se verá muy dañado si la Junta sigue autorizando y subvencionando estos proyectos.
Viernes, 30 de marzo de 2018
Los vecinos de Priego advierten de que las granjas porcinas que pretenden instalarse en su término municipal también afectarán a los pueblos de la comarca. Es por ello, dicen, que la manifestación que se celebrará este sábado 31 de marzo en Priego, a las 13:30 horas, tiene que convertirse en un movimiento de oposición en el que estén representados todos los pueblos de la comarca porque todos se verán perjudicados por este abuso. “Priego está a punto de no tener capacidad real para que nuevas macrogranjas se instalen en su término, por lo que atendiendo a las demandas de Incarlopsa, que quiere tener millón y medio de cerdos en sus proximidades según dijo su presidente, todo hace pensar que pronto los pueblos más próximos a Priego acabarán viéndose afectados por el mismo problema”, explica Carlos Gómez, portavoz de Pueblos Vivos, organización que convoca esta protesta junto con Priego Vivo y Ecologistas en Acción Cuenca.
En Priego se construyó hace tres años una granja con 2.000 cerdos, explotación que será ampliada hasta las 7.000 cabezas gracias al consentimiento de la Junta. Pero es que, además, ya se han planteado otros dos proyectos con 6.180 reses cada uno y sobre los que también tendrá que decidir el Gobierno regional, que está aprobando la práctica totalidad de las granjas. De aprobarse, en Priego se cebarían 20.000 gorrinos, convirtiéndose en uno de los municipios conquenses más afectados por este problema. Como bien es sabido, las aguas residuales de las granjas se mezclan con las heces y la orina de estos animales y se convierten en purín, que es utilizado como fertilizante en los campos de cultivo. Las granjas de Priego generarán cada año 42.000.000 de litros de esta sustancia, y, obviamente, no toda se utilizará en los terrenos de este municipio, sino que se verterá en otros pueblos.
Además, los pricenses, alarmados por estas cifras abrumadoras, han creado una ordenanza que limita el vertido de purines en el término de Priego. “Nosotros queremos que los Ayuntamientos regulen el vertido de purines, dada la enorme cantidad que habrá. Pero no es suficiente con nuestro Ayuntamiento: el resto de localidades están también muy cerca y los vertidos afectarán a toda la zona. Por eso animamos a los vecinos y vecinas de otros pueblos a que pidan a sus Ayuntamientos ordenanzas que controlen este tema. Solamente si otros municipios se unen, podremos proteger nuestras aguas y suelos. Si no, por restrictivo que sea un pueblo, se irán al de al lado, y así no solucionamos el problema”, explica una de las vecinas que ha promovido la ordenanza de Priego.
Pero independientemente del lugar exacto en el que se viertan los purines, el hecho de que se acaben filtrando a los acuíferos ya es un motivo suficientemente importante como para preocupar a los pueblos de la comarca. Una vez esto ocurra, se contaminarán las aguas subterráneas, y estas aguas no se quedan en el término de Priego, sino que pueden fluir hasta otros municipios. Como ejemplo bastaría recordar lo que ha ocurrido recientemente en Torrejoncillo del Rey (Cuenca), quedando el municipio colidante de Huerta de la Obispalía con el agua no potable por contaminación por nitratos, según reflejada una reciente Sentencia. En Cataluña y Aragón, donde se dio un auge del sector porcino como el que se está viviendo ahora mismo en Cuenca, algunos pueblos han visto cómo sus aguas casi cuadruplicaban los niveles máximos de nitratos, consecuencia directa del vertido de purines.
Los efectos sobre el turismo también perjudicarán a los vecinos de la comarca. Hasta ahora esta tierra ha gozado de una excelente reputación por su rico patrimonio cultural y natural, sin embargo, esa imagen podría cambiar si el Gobierno de Emiliano García Page continúa autorizando y subvencionando granjas como las que se han planteado en Priego. «Quienes vienen a visitar la Serranía y la Alcarria conquenses quieren ver el Estrecho de Priego, el nacimiento del río Cuervo, bañarse en la playeta de Cañamares, disfrutar de la nueva vía ferrata de Fuertescusa, cantar y bailar en los conciertos del Alcarria Rock de Torralba… ¿Se imaginan qué ocurriría si en todos estos lugares hubiera un olor pestilente? Se está jugando con muchísimos empleos que dependen del sector servicios. Si esta comarca ha progresado algo en las últimas décadas, o al menos no se ha hundido aún más, es porque muchos empresarios locales han sabido utilizar nuestro patrimonio para hacer de esta zona un lugar atractivo para los turistas. Pero la imagen de nuestros pueblos puede cambiar de la noche a la mañana si la Junta continúa alimentando esta burbuja de las macrogranjas», sentencia uno de los vecinos promotores de la manifestación de este sábado.