- Aprobará una ordenanza de purines ante los planes para construir 3 explotaciones de 2.496 reses de cebo cada una, dos en terrenos de Portalrubio y una en los de la pedanía optense de Moncalvillo
- El promotor ha modificado los proyectos iniciales para 6.000 cabezas dado que la moratoria no afecta a aquellos para menos de 2.500 que no requieren de autorización ambiental integrada, solo ordinaria
artículo procedente de https://web.archive.org/web/20230605110630/https://portalrubio.alcarriaesmas.com/portalrubio.noticia.php?ID=1416
M.R.J.
El Pleno del Ayuntamiento de Portalrubio ha consensuado hoy su oposición a la instalación de granjas porcinas aunque el alcalde, Antonio Vicente, ha señalado a esta redacción que por el momento solo han recibido los informes sobre el suelo donde se podrían construir y sobre el impacto medioambiental y en todo momento «cumplirán con lo que marque la ley». Asimismo, la Corporación se ha comprometido a recopilar ordenanzas municipales de otros pueblos sobre el vertido de purines para elaborar una normativa que recoja y regule todo lo referente a este tema y aprobarla en un nuevo Pleno. Los concejales también se han mostrado dispuestos a organizar una reunión donde todas las partes implicadas opinen y debatan de la cuestión. En cuanto a presentar alegaciones a los proyectos, hablarán con otros consistorios afectados como el de Huete y el de Villalba del Rey —que sí han anunciado que están preperándolas— para, si se da el caso, sumarse a ellos. «Sabemos la opinión de los vecinos que han mostrado su total desacuerdo a la construcción de estas macrogranjas y eso lo tendrá siempre en cuenta nuestro Ayuntamiento», añade Vicente haciendo alusión al numeroso grupo de portalrubieros que se han manifestado rotundamente en contra y han comenzado a organizarse para emprender acciones con las que intentar paralizar estas iniciativas ya que consideran que perjudicarán mucho al municipio.
Ubicación de una granja en el paraje «Los Vallejuelos» de Portalrubio (polígono 512, Parcela 1002) incluida en su Estudio de Impacto Ambiental.
Según toda la documentación a la que ha tenido acceso este portal, el 15 de diciembre del año pasado la empresa ICPOR Castilla-La Mancha S.L. presentó un proyecto conjunto para construir tres explotaciones para 6.000 cerdos de cebo por núcleo, dos en terrenos de Portalrubio (parcelas 1002 del polígono 512 y 1001 del polígono 513) y una en los cercanos de la pedanía optense de Moncalvillo de Huete (polígono 531, parcela 1-agregado 13). Sin embargo, unos meses después los consistorios de ambos términos —como otros de la zona (ver Alcarria Es Más, 7 de abril de 2022)— recibieron comunicaciones de la Consejería de Desarrollo Sostenible de la Junta de Castilla-La Mancha en los que esta informaba a los promotores sobre la iniciación del trámite de audiencia para «la resolución de suspensión de la obtención de la autorización ambiental integrada». En esas cartas la Administración explicaba que los procedimientos finalmente suspendidos no serían objeto de nuevos trámites administrativos hasta el 31 de diciembre de 2024 «de conformidad con la moratoria» que entró en vigor el pasado 14 de enero en la comunidad —dentro de un artículo de la Ley de Medidas Tributarias y Administrativas—, pudiendo continuarlos desde el 1 de enero de 2025 «en las condiciones que establezca el ordenamiento jurídico que resulte de aplicación».
Pese a ello, el pasado 17 de junio el Diario Oficial de Castilla-La Mancha publicó un anuncio del Ayuntamiento de Huete iniciando el trámite de información pública del proyecto y estudio de impacto ambiental —dando un plazo de 30 días hábiles para la presentación de alegaciones— de la instalación ubicada en Moncalvillo, aunque para una capacidad menor de 2.496 plazas, dado que si no superan las 2.500 no necesitan la autorización ambiental integrada a la que se refiere la moratoria, solo ordinaria. Igualmente, la promotora presentó el 15 de junio la solicitud de inicio de los trámites de dos nuevos proyectos —también para 2.496 plazas cada uno— para las ubicadas en los terrenos de Portalrubio, tal y como aparece en NEVIA, la página web desde la que el Gobierno autonómico informa sobre las evaluaciones de impacto ambiental de estas iniciativas, donde también constan los dos proyectos iniciales paralizados por la moratoria.
Ubicación de otra granja en el paraje «Casilla de León» de Portalrubio (polígono 513, Parcela 1001) incluida en su Estudio de Impacto Ambiental.
De salir adelante, estas tres granjas se situarían a entre 4 y 6 kilómetros en línea recta del núcleo urbano de Portalrubio, a entre 5 y 6 km de Valdemoro del Rey y Villalba del Rey, a unos 7 km de Moncalvillo, a entre 7 y 8 km de Tinajas, a unos 8 km de Jabalera (El Valle de Altomira) y muy cerca del embalse de Buendía. Según los tres estudios de impacto ambiental, en cada una de las instalaciones se podrán completar 2,4 ciclos de engorde, por lo que pasarían unos 5.990,40 animales al año. Estos consumirán unos 10.021 m3/anuales de agua por explotación que el promotor extraerá de una concesión para aprovechamiento de aguas subterráneas que tiene desde 2017 para regadío agrícola, si la Confederación Hidrográfica del Tajo así lo autoriza. Los animales producirán al año en cada granja 5.366,40 m3 de purines (excrementos mezclados con restos de pienso y productos de limpieza) para lo que asegura disponer «de la superficie agrícola suficiente para admitir el efluente generado», en concreto de 68,44 y 113,09 hectáreas (ha) de terreno en las dos de Portalrubio y 236,77 ha en la de Moncalvillo «tras descontar aquellas que por cualquier motivo no son aptas por no cumplir distancias a cascos urbanos, cauces, otras explotaciones, suelo forestal, etc».
En cuanto a la creación de empleo, la empresa explica que, para que la actividad «se lleve a cabo correctamente y con buenos índices de conversión y pocas bajas», será necesaria una plantilla inicial en cada explotación de «dos puestos de trabajo fijos directos para poder atender correctamente las naves» y «otros indirectos en número variable» para mantenimiento, suministro de combustibles y productos de limpieza, veterinaria, carga y retirada de efluentes y sólidos, transporte de mercancías y vigilancia y control de accesos.
Por su parte, desde la Asociación Pueblos Vivos Cuenca —que canaliza las reivindicaciones de las plataformas vecinales que rechazan estas instalaciones— han informado de que «además de generar malos olores y moscas, el purín vertido en exceso contamina con nitratos tierras y aguas subterráneas», lo que se puede comprobar con un análisis de nitratos en agua, siendo «en muchos municipios la concentración superior a 50 mg/litro, lo que implica que el agua de boca no es potable». En su opinión, esto supone una «amenaza al conjunto de actividades económicas» y «cierra el paso a posibles vías de desarrollo» de las localidades como el turismo rural o la atracción de nuevos pobladores. Por otra parte, señalan que, dado que «son granjas altamente mecanizadas, generan muy pocos puestos de trabajo y, por lo general, muy mal pagados».