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El Ayuntamiento de Barchín del Hoyo (Cuenca) declara «no apta para el consumo» el agua tras la mediciones de Pueblos Vivos Cuenca dada la elevada concentración de nitratos

El Ayuntamiento de Barchín del Hoyo (Cuenca) ha declarado «no apta para el consumo» el agua del municipio dada la elevada concentración de nitratos.

Estos resultados son como consecuencia de las mediciones que se han estado llevado a cabo por parte de miembros de Pueblos Vivos Cuenca en diferentes municipios de la provincia, en el marco de la campaña de Greenpeace que reclama mayor control de la contaminación de las aguas subterráneas.

Unas mediciones que fueron trasladadas al Ayuntamiento, y por las que se solicitó que se contrastaran con la empresa que realiza las analíticas periódicas. Empresa que ha constatado que los valores de nitratos en el municipio eran superiores a 50 mg/l que son los permitidos por la legislación vigente.

Es un ejemplo más, de tantos y tantos municipios que presentan contaminación del agua de boca por prácticas agrícolas o ganaderas insostenibles.

Barchín del Hoyo es un pequeño municipio de La Manchuela conquense de tan solo 95 habitantes, que tiene proyectada una macrogranja porcina con una capacidad de 6.000 cabezas de cebo, el equivalente a 14.795 animales al año, en el paraje Senda Solera, precisamente en parcelas que fueron arrasadas por el incendio forestal que se declaró en el verano de 2019 y por el que quemaron 2.822 hectáreas de terreno.

Desgraciadamente, a día de hoy, la contaminación del agua de boca es más frecuente de lo que nos gustaría dada la falta de control en las explotaciones agrícolas y ganaderas por parte de la administración. Algo que plantea una grave amenaza para la salud humana y los ecosistemas, y que nos aleja cada día más de la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030. Un problema que subestiman tanto los poderes públicos con sus políticas medioambientales insostenibles, así como los agricultores y ganaderos.