- Ante la negativa de los promotores a cambiar la ubicación, así lo ratificaron en una segunda asamblea informativa por la que pasaron unas 100 personas, según los convocantes
- Desde el 7 de marzo, la tramitación del Informe de Impacto Ambiental del proyecto se encuentra en un estado de «Petición de información complementaria»
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Los vecinos de Tinajas están dispuestos a llegar hasta el final en su lucha por evitar que se construyan dos nuevas macrogranjas avícolas —ya existen otras dos en el término— para 66.000 pollos de engorde a solo 220 metros del núcleo urbano, pues consideran que están haciendo algo “justo y bueno” para el pueblo. Así lo ratificaron en la segunda asamblea informativa celebrada el pasado viernes a la que asistieron en torno a 100 personas —la localidad cuenta con 197 empadronados— y para cuya celebración el Ayuntamiento local les denegó el uso del salón de actos municipal sin darles “ninguna explicación”, según ha relatado a esta redacción su portavoz, Antonio Carrasco. Además de seguir recogiendo firmas para solicitar la reubicación de las instalaciones en una zona más alejada del pueblo —llevan casi 800 digitales en Change.org y otras tantas en papel—, durante este encuentro reafirmaron su intención de presentar un recurso contencioso administrativo si se aprueba el proyecto.
Desde el 7 de marzo, la tramitación de este se encuentra en un estado de «Petición de información complementaria» como consta en NEVIA, la página web oficial desde la que la Junta de Castilla-La Mancha informa sobre las evaluaciones de impacto ambiental de estas iniciativas. El director provincial de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Joaquín Cuadrado, ha explicado a Alcarria Es Más que se trata de “un trámite de audiencia que se les da a los promotores para subsanar las cuestiones que faltan en el proyecto”.
Los vecinos también acudieron al último Pleno de la Corporación Municipal para interesarse por el expediente y reclamar de nuevo a los concejales la aprobación de una ordenanza que limite las distancias o la gestión de los residuos de estas explotaciones, dado que la normativa no marca nada al respecto en el caso de las avícolas (ver Alcarria Es Más, 20 de febrero de 2018). Sin embargo, volvieron a recibir la misma respuesta: si la Consejería califica de favorable el Informe de Impacto Ambiental, el consistorio les concederá la licencia de actividad. El alcalde, Antonio González Duque, ha apuntado a esta redacción que, según sus servicios jurídicos, una vez iniciada la tramitación del proyecto el Ayuntamiento no está capacitado para aprobar una ordenanza. Además, ha asegurado que han ofrecido facilidades a los promotores para que trasladen las instalaciones a otros terrenos pero que estos finalmente han optado por los primeros, junto a la ermita de San Isidro y al norte del término, sentido desde el que sopla el 90% del viento directo a Tinajas.
Además de los “graves defectos de forma” en la publicación del proyecto en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (ver imagen) y de las alegaciones que el portavoz de los vecinos ha enviado a Agricultura y al Ayuntamiento —la parcela «excede el porcentaje de ocupación», no figuran las «obligatorias alternativas» y Sanidad recomienda en un informe alejar las instalaciones al menos 500 metros y realizar un estudio epidemiológico por el “alto riesgo” de transmisión de enfermedades (ver Alcarria Es Más, 9 de febrero de 2018)—, durante la asamblea también advirtió de que los impulsores tampoco han tenido en cuenta el «impacto visual» de las macrogranjas, pues el terreno se sitúa por encima del nivel del pueblo y no han especificado cómo van a evitar que se vean dos naves de 100 metros cuadrados.
Segunda manifestación en Priego
Por su parte, más de 450 personas se manifestaron el sábado en la Plaza de los Condes de Priego para mostrar su rechazo a la construcción masiva de macrogranjas porcinas, según las estimaciones del portal informativo Las Cuatro Esquinas. Esta segunda concentración convocada por la Plataforma Pueblos Vivos, Ecologistas en Acción y Priego Vivo fue la respuesta de los vecinos al proyecto de una tercera macrogranja para 6.180 cabezas propuesta en el término municipal (ver Alcarria Es Más, 13 de marzo de 2018). Junto con otra planteada previamente por los mismos promotores y para similar número de reses —aún sin autorización— y la ampliación ya aprobada de la existente (que pasará de 2.000 a 7.000 cerdos), de salir adelante, se cebarían 20.000 cerdos en el término. Así, los cálculos realizados por Las Cuatro Esquinas apuntan a que estos generarían un consumo de agua que rondaría los 60 millones de litros y una producción de purines —orina, excrementos y resto de aguas— de más de 42 millones.
El agua vuelve a ser potable en Torrejoncillo del Rey
Además de los olores, la gestión de estos residuos es lo que más preocupa a quienes se oponen a la proliferación de estas instalaciones en la provincia y la comunidad. Aunque el Gobierno autonómico asegura cumplir con todos los procedimientos y aplicar escrupulosamente la normativa para que todas las granjas cuenten con las garantías ambientales y sanitarias necesarias, los críticos alertan de una excesiva producción de purines que el campo no podrá asumir y que acabará contaminando los suelos y acuíferos.
Fue lo que ocurrió en Torrejoncillo del Rey pues, según una reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, en 2015 sus aguas de consumo público estaban “contaminadas por los nitratos procedentes de los purines y estiércol originados por las granjas de cerdos y ovejas, no siendo aptas para el consumo humano” (ver Alcarria Es Más, 5 de marzo de 2018). Es la resolución de la demanda que en 2014 presentó el Ayuntamiento de dicha localidad ante la ampliación de una macrogranja porcina en la vecina Huerta de la Obispalía. Sin embargo, el consistorio ha querido aclarar a través de un bando recogido por la web informativa Torrejoncilleros que el agua del municipio actualmente es potable, según la analítica realizada por la Consejería de Sanidad el pasado enero, que da valores inferiores a los 50mg de nitratos por litro, el máximo que marca la normativa.
