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TVE y RNE se hacen eco del significativo incremento de solicitudes de macrogranjas en Cuenca

En octubre de 2020 la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha amplió las zonas de la provincia de Cuenca consideradas como vulnerables a la contaminación por nitratos. Uno de los motivos conocidos es la proliferación de macrogranjas porcinas, que ha provocado que se quintuplique el número de cabezas de cerdo de la provincia de Cuenca, de 106.977 cerdos en el año 2009 se ha llegado a 553.848 en mayo de 2020 (datos proporcionados por la Consejería de Desarrollo Sostenible).  

En los últimos meses se han disparado las solicitudes de macrogranjas porcinas en toda la provincia de Cuenca. La Junta de Castilla-La Mancha continúa concediendo Autorizaciones Ambientales Integradas, incluso a proyectos que carecen de la concesión de aguas correspondiente (a pesar de que este tipo de granjas necesitan cantidades ingentes de agua) o que no disponen de un plan de gestión de purines ni tierras para esparcirlos.

Los pueblos afectados han comenzado a rebelarse contra esta invasión porque consideran que, lejos de generar puestos de trabajo y activar su economía, a la larga provocan despoblación. Como hemos citado el número de cerdos se ha quintuplicado en la provincia de Cuenca en el periodo 2009-2020 mientras que la población conquense ha caído un 8% (según el INE). Este tipo de granjas altamente tecnificadas no generan, por tanto, puestos de trabajo y además provocan graves afecciones (contaminación de aguas, malos olores, concentración de moscas…) que impiden el desarrollo de actividades alternativas como el turismo rural o el teletrabajo, tan necesarias en las zonas rurales.

A la par, se están tramitando proyectos de plantas de biogás en varias localidades como Cenizate (Albacete) publicitándose como métodos sostenibles para la reconversión de los purines. El problema es que no se están considerando sus inconvenientes, tales como los malos olores derivados del almacenaje, la sobreexplotación de acuíferos (dada la ingente cantidad de agua necesaria para la homogeneización de purines) o la emisión de gases perniciosos para la salud, como el ácido sulfúrico. Tampoco se están   teniendo en cuenta los precedentes fallidos, como en Cataluña donde estas plantas, una vez construidas, han dejado de utilizarse por el alto coste en su mantenimiento.

Por otro lado, muchas instituciones públicas se están posicionando unánimemente en defensa de sus pueblos y sus gentes rechazando la instalación indiscriminada de macrogranjas porcinas, como ya lo han hecho la Diputación de Albacete, la Diputación de Ciudad Real o el Ayuntamiento de Albacete.  La Diputación Provincial de Cuenca, sin embargo, sigue sin dar respuesta a la petición de la asociación Pueblos Vivos Cuenca, que solicitó a sus representantes la adopción de una postura similar. El presidente, Álvaro Martínez Chana, comentó en el pleno celebrado el 24 de febrero de 2021 que respondería por escrito. Pueblos Vivos Cuenca constata que esa respuesta sigue sin llegar.

En las últimas semanas se han creado plataformas vecinales en las localidades afectadas de Gabaldón y Barchín del Hoyo cuyos Ayuntamientosse han manifestado claramente en contra de los megaproyectos ganaderos que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha está tramitando actualmente. Por parte de Pueblos Vivos Cuenca se insiste en la necesidad de que cada pueblo desarrolle ordenanzas que regulen el transporte y vertido de residuos y lodos de origen ganadero y agrícola de una forma sostenible y respetuosa con el bienestar de sus vecinos y el medio ambiente.